sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Se puede vivir de la social media y las redes sociales?

Acabo de ver un twist de Fernando Santamaría ( de la Universidad de León, España) referido a esta interrogante que me motivo a escribir estas líneas en el contexto que es precisamente una pregunta que personalmente me he hecho muchas veces, y que si bien, en un mundo caracterizado por la incertidumbre todo es relativo, he optado personalmente por creer que ello es posible y de hecho en la actualidad trato de vivir de esto, pero con ciertos matices que quiero señalar en la medida que considero que estamos viviendo una época que ha sido denominada sociedad del conocimiento que creo implica importantes cambios desde una perspectiva epistemológica y educativa que deben ser abordados en profundidad, con metodología, investigación y desarrollo.
Durante algunos años me he dedicado al aprendizaje de los adultos, al estudio de la andragogia podríamos decir, en este contexto he profundizado en lo relativo al aprendizaje en las organizaciones como telón de fondo y en lo especifico en la gestión estratégica de los procesos de capacitación en las organizaciones. Así he podido constatar la importancia de considerar a los procesos formativos dentro de la estrategia de las organizaciones , dejando de ver a la capacitación como un castigo (muchos jefes o dueños de empresas reclaman porque le sacan a parte de su personal para un curso) sino más bien como una oportunidad de desarrollo, sin embargo para que esto sea posible se deben derribar muchas barreras, algunas propias del ámbito de la idiosincrasia organizacional, vinculadas a cuestionar la eficacia de la capacitación y su escaso impacto en el negocio y otras más compleja que tienen que ver con la escasa rigurosidad para implementarla, desde las detección de necesidades, pasando por la elección del programa, el diseño del curso, su dictación y /o aplicación , la metodología y didáctica aplicada en ello, su escasa transferencia en el trabajo y los escasos registros o indicadores que permitan tener una evaluación del impacto de lo desarrollado. Ante este panorama, resulta fácil entender a los detractores, decepcionados y exceptivos de la capacitación. Sin embargo, pese a ello en la actualidad con la irrupción de las redes sociales, la web social (o web 2.0) no podemos negar que el conocimiento fluye de manera contante en una organización, su curso es inestable, a veces es escaso para algunos y torrentoso para otros y da lugar a procesos de aprendizaje en lugares donde los analistas no lo ven, es invisible y no ha sido necesariamente considerado por los sistemas formales de educación, pero impacta en el desarrollo y formación (y deformación ) de la persona, que es la que en su interior conjuga sus conocimiento previos basados en sus años de educación formal (como el sistema escolar y técnico profesional), su formación no formal (cursos de capacitación) y su aprendizaje informal, (entendido este último como un proceso en el que se enseña y aprende en el marco general de los diferentes ámbitos sociales y organizacionales, es decir, no previamente preparado, explícito y orientado) en el cual no existe necesariamente una intencionalidad explícita y exclusiva orientada al desarrollo de procesos de enseñanza-aprendizaje, sin embargo, la gente adquiere determinados hábitos y actitudes y conductas que influyen en su vida y en el destino de las organizaciones, sociedades y mundo en el que viven. Este tipo de aprendizaje ha sido caracterizado por los teóricos que lo estudian por presentar grandes motores de información y manejo de la información (medios masivos de comunicación, NTICs, Internet, etc.) que influyen de manera determinante en los hábitos, actitudes y conductas de las personas, más allá de su voluntad de aprender o no. Este contexto es a mi juicio lo que da la característica a la sociedad del conocimiento de basarse en el acceso libre y democrático a la información y el conocimiento a través de la web y las diversas redes sociales que se constituyen en ella. Sin embargo poco de ello se ha estudiado (por lo menos en Chile) todavía su investigación y desarrollo es proceso aislado que se basa en escasos emprendimientos individuales y académicos (por ser optimista, ya que personalmente de estos últimos no conozco ninguno), lo cual nos lleva a concluir que todavía no se ha tomado el peso a esta verdadera revolución epistemológica en los procesos de enseñanza y aprendizaje que ya está impactando (por lo visto de manera invisible) a las instituciones formales y no formales de educación.
Hace un tiempo leí un artículo muy interesante escrito por Imma Tubella rectora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) que tenía el titulo sugerente de: La universidad en tiempos de 'El nombre de la rosa' (maravilloso libro de Humberto Eco) y en el señalaba que:
La universidad ha perdido el monopolio del conocimiento. Los profesores ya no somos los únicos depositarios del saber. La Red nos ha jugado una mala pasada. Ahora tenemos dos opciones: impregnar de veneno los teclados de nuestros jóvenes con la esperanza de que aún se chupen el dedo o, simplemente, asumir nuestro nuevo e interesante papel de mentores experimentados y acompañantes metodológicos, más preocupados en enseñarles a gestionar y completar el conocimiento disponible y a desarrollar su capacidad crítica que en enseñarles a memorizar unos conocimientos como si fueran una verdad única.
Sin embargo, cuantas instituciones se basan todavía en los preceptos de Jorge Burgos , todavía el conocimiento es poder y el negocio es su dosificación, pero día a día nos encontramos con profesores exigidos y superados por sus alumnos, no solo en la educación superior (donde las heridas narcisistas suelen ser más dolorosas) sino también en los sistemas escolares, con alumnos desmotivados con las metodologías retrógradas de enseñanza basadas en tiza y pizarrón, hace poco leí un artículo que señalaba que recientes investigaciones sobre el síndrome de déficit atencional que afecta a los escolares y que se traduce en la incapacidad por parte del estudiante de atender por tiempo prolongado los estímulos del profesor, se relacionan directamente con lo poco estimulador que le resultan los estímulos del docente y sus métodos de enseñanza versus los estímulos de su consola de juegos (que pasará ahora con Kinetic de X BOX 360), la multimedia de programas educativos, los programas infantiles, etc.) No es que sea necesario que los profesores se paren de cabeza o hagan grandes malabares para mantener cautivo a su novel e impaciente auditorio, se trata de entender que las formas de aprender han cambiado (nuestro cableado ha sido reconfigurado como señala el Conectivismo) y por ello deben cambiar nuestras formas de enseñar, no podemos centrarnos solo en contenidos declarativos y procedimientos automáticos, debemos dar un contexto, un significado una vivencia, en fin una conexión de mis conocimientos con los conocimientos de otros.
En este escenario el uso de las TICs con fines educativos debe ser más que el uso de software y periféricos o la emulación de las salas de clases y su metodología como se ha entendido tradionalmente en el e-learning, y es que si bien el uso de LMS o sistemas de administración de aprendizaje como el archiconocido Moodle ( o Dockeos, E-training, Web CT, por nombrar otros) son plataformas de aprendizaje con una interface bastante intuitiva y con una gran potencialidad de recursos de aprendizaje, y almacenamiento de información, estos han sido diseñados desde los tradicionales paradigmas educativos de tipo escolástico, en donde a través de un diseño instruccional se determina la dosis de contenidos a aprender y las actividades para interiorizarlos, desconociendo que el conocimiento fluye y va mas allá de lo que abarca un curso. Es por ello que debería ser clave dentro de la investigación de las personas que trabajan en esto el ver como los aprendices conectan sus diferentes canales de información, generan el conocimiento y aprenden en un contexto más bien entendido como una ecología del conocimiento. Este punto a mi juicio es uno de los temas claves a considerar en la actualidad, debemos saber cómo mediar y facilitar los procesos de aprendizaje de los aprendices y no solo mediatizar a través de animaciones flash sin un criterio pedagógico claro mas allá el de asombrar, este modelo es muy utilizado en Chile en pequeñas empresas del sector del e-learnin que hacen cursos que solo son una historietas llena de animaciones y personajes tipo tutorial que ayuda al estudiante a resolver el curso (recordemos que años atrás Microsoft saco de sus programas al ayudante que aparecía en office por la molestia que generaba en los usuarios los que a la vez le reconociera una escasa utilidad).
Todo esto nos debe hacer pensar que hoy más que nunca se debe repensar en los procesos metodológicos de enseñanza aprendizaje que estamos utilizando, la sociedad que vivimos es una sociedad del conocimiento y se caracterizan por el usos las TIC no solo para desplegar un programa u hacer una presentación en Power Point, utilizan la red para conectarse y aprender, debemos entonces generar cada vez más espacio para el desarrollo de las redes sociales, debemos procurar entenderlas y aprender de ellas, debemos fomentar este aprendizaje invisible, hacer implícito lo tácito como dirían Nonaka y Takeuchi , en fin hay mucho por hacer por que poco o nada se ha hecho, es por ello que creo firmemente que se puede vivir de esto, no desde la perspectiva de lucrar con el conocimiento, sino ayudando a distribuirlo, fomentando su gestión y generando la inteligencia colectiva, por ello tengo esperanza que las instituciones educativas tarde o temprano entenderán la importancia y trascendencia de esto y verán en herramientas como el e-learning algo más que duplicar de manera sencilla y a bajo costo la cantidad de alumnos rompiendo las barreras del tiempo y el espacio, si no que entenderán que el verdadero aprendizaje basado en el uso de las tics no es solo una renovación de tecnología , sino una revolución de conceptos y de metodologías que deben llegar a todos los ámbitos de la actividad humana, incluyendo en ello las organizaciones y las aulas, por ello quiero terminar este texto recordando en una entrevista a Jordi Adell (de ya hace unos años) sobre la penetración de la web 2.0 en las universidades el señalaba que : las herramientas de la web 2.0 deben llegar a la universidad, sino lo hacen de la mano de los profesores, lo harán de la mano de los estudiantes. Esto por lo visto ya ha sucedido y como hemos visto no solo en la universidad, por lo cual insisto que ante este nuevo contexto es mucho lo que podemos hacer por lo que se puede vivir de las social media y las redes sociales.

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