miércoles, 1 de diciembre de 2010

Plegaria del Estudiante: Humberto Maturana

Hace algunos años atrás, cuando yo recién había egresado del colegio y empezaba a estudiar psicología conocí la plegaria del estudiante de Humberto Maturana, creo que lo que más me marco fue el contexto en el que la conocí. Una profesora de sociología nos la leyó en su clase sin decirnos nada más, inmediatamente me sentí identificado por cada fragmento del poema, me pareció maravilloso que un adolecente como yo (en esa época) pudiera interpretar tan fehacientemente mi espíritu, después supe que el autor no era un joven, sino un gran biólogo Chileno que supo entender el emocionar de un estudiante negado en la relación por un docente (el mismo Maturana cuenta que escribió este poema una vez que un hijo suyo tuvo un problema con un profesor) Desde ese momento he leído y seguido a Maturana y siempre he tenido presente esta plegaria, ahora no como alumno si no como docente y precisamente ahora, que preparado una clase quise incluirla, la he vuelto a leer y sentir lo mismo que sentí la primera vez que la escuche, por ello he decidido subirla a mi blog, porque creo que lo que en ella se dice es una lección de humanidad , didáctica, aprendizaje y emoción que fue escrita en una época en donde todavía no se hablaba de redes sociales, inteligencia emocional , conectivismo o coaching ontológico, por lo que desde esa perspectiva puede considerarse adelantada a su época, aunque yo la s considero simplemente necesaria para cualquier época.
Sin más preámbulo os la comparto


¿Por qué me impones
lo que sabes
si quiero yo aprender
lo desconocido
y ser fuente
en mi propio descubrimiento?
El mundo de tu verdad
es mi tragedia;
tu sabiduría,
mi negación;
tu conquista,
mi ausencia;
tu hacer,
mi destrucción.
No es la bomba lo que me mata;
el fusil hiere,
mutila y acaba,
el gas envenena,
aniquila y suprime,
pero la verdad
seca mi boca.
apaga mi pensamiento y
niega mi poesía, me hace
antes de ser. No quiero la
verdad, dame lo desconocido.
Déjame negarte al hacer mi
mundo para que yo pueda
también ser mi propia
negación y a mi vez ser
negado. ¿Cómo estar en lo
nuevo sin abandonar lo
presente? No me instruyas,
déjame vivir viviendo junto
a mí; que mi riqueza
comience donde tu acabas,
que tu muerte sea mi
nacimiento. Me dices que lo
desconocido no se puede
enseñar, yo digo que
tampoco se enseña lo
conocido y que cada hombre
hace el mundo al vivir.
Dime, que yo tejeré sobre tu
historia; muéstrate para que
yo pueda pararme sobre tus
hombros. Revélate para que
desde ti pueda yo ser y
hacer lo distinto; yo tomaré
de ti lo superfluo, no la
verdad que mata y congela;
yo tomaré tu ignorancia
para construir mi inocencia.
¿No te das cuenta de que
has querido
combatir la guerra
con la paz, y la paz
es la afirmación de la guerra ?
¿No te das cuenta
de que has querido
combatir la injusticia
con la justicia,
y que la justicia
es la afirmación
de la miseria?
¿No te das cuenta
de que has querido combatir
la ignorancia
con la instrucción
y que la instrucción
es la afirmación
de la ignorancia
porque destruye
la creatividad?
Tu conocimiento
nos muestra el mundo
o lo niega,
porque es la historia
de tus actos,
o lo negará porque
despertando tu imaginación
te llevará a cambiarlo
Deja que lo nuevo
sea lo nuevo
y que el tránsito
sea la negación del presente;
deja que lo conocido
sea mi liberación,
no mi esclavitud.
No es poco lo que te pido.
Tú has creído
que todo ser humano
puede pensar,
que todo ser humano
puede sentir.
Tú has creído
que todo ser humano
puede amar y crear.
Comprendo pues tu temor
cuando te pido
que vivas
de acuerdo a tu sabiduría
y que tú respetes
tus creencias;
ya no podrás predecir
la conducta de tu vecino,
tendrás que mirarlo;
ya no sabrás
lo que él te dice escuchándote,
tendrás que dejar poesía
en sus palabras.
El error será
nuevamente posible
en el despertar
de la creatividad,
y el otro tendrá presencia.
Tú, yo y él tendremos
que hacer el mundo.
La verdad perderá
su imperio
para que el ser humano
tenga el suyo.
No me instruyas,
vive junto a mí;
tu fracaso es
que yo sea
idéntico a ti.

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